El cuento de hadas franc茅s se desvanece ante Argentina

Luis Miguel Pascual

Luis Miguel Pascual

Lusail (Catar), 18 dic (EFE).- Los resultados tapan todas las carencias y Francia lleg贸 a la final del Mundial con muchas. En el duelo definitivo volvi贸 a aferrarse hasta el 煤ltimo momento al genio de su estrella, Kylian Mbapp茅, que le sirvi贸 para forzar la tanda de penaltis. Pero, esta vez, no fue suficiente.

Francia dibuj贸 en la final un resumen de lo que ha sido su Mundial, un juego con muchos problemas y una pegada de fuego. Pero a diferencia de los partidos que le hab铆an conducido hasta el 煤ltimo partido, esta vez la suerte le fue esquiva.

Durante m谩s de 80 minutos Francia fue una de las peores finalistas que se recuerda. Salieron a la luz todos los problemas que hab铆a venido arrastrando. Pero aferrado al genio de Mbapp茅, se enchuf贸 al partido y forz贸 la tanda de penaltis.

La defensa no era tan segura como en 2018, al centro del campo le faltaba oficio y su estrella Kylian Mbapp茅 hab铆a perdido eficacia inundada en su b煤squeda de la leyenda. La recuper贸 en el tramo final para alargar el sue帽o.

Argentina sac贸 a relucir todos esos errores, que se vieron desde el primer partido contra Australia y no dejaron de aparecer a medida que el nivel iba subiendo y el rival ganaba en intensidad.

Solo la calidad de su plantel permiti贸 al equipo de Didier Deschamps maquillar los puntos d茅biles y dar al equipo el empaque que le hizo llegar a la final como una campeona con opciones.

Frente a Australia y contra Dinamarca, Mbapp茅 se encarg贸 de resolver las dudas. El "10" de los "bleus", secundado por un eficiente Giroud, convirtieron a Francia en la primera defensora del t铆tulo que superaba la primera fase desde 2006.

Pero, en ambos casos, la selecci贸n dej贸 m谩s la imagen de un equipo impulsado por su fe en la victoria que una selecci贸n s贸lida. Australia se adelant贸 en el marcador y Dinamarca les complic贸 el partido durante m谩s de una hora, hasta que apareci贸 la estrella del PSG.

Con la clasificaci贸n lograda, Deschamps dio descanso a los titulares y la unidad B naufrag贸 ante T煤nez. En octavos, contra una conservadora Polonia, Francia tuvo menos posesi贸n del bal贸n y fue de nuevo Mbapp茅 quien salv贸 los muebles.

Inglaterra no mereci贸 la derrota en cuartos y durante muchos a帽os lamentar谩 el penalti fallado por Harry Kane que habr铆a dado el empate a una selecci贸n que dominaba de forma clara a los "bleus".

Incluso Marruecos, el invitado inesperado de las semifinales, que apenas hab铆a superado el 20 % de posesi贸n en sus duelos previos, tuvo m谩s el bal贸n y cre贸 ocasiones suficientes para pretender arrinconar a la campeona, pero le faltaron horas de vuelo y un punto de calidad para rematar.

EL V脡RTIGO DE LA HISTORIA

Con esos antecedentes Francia se plant贸 en la final confiado en su suerte. Demasiado. Deschamps, el hombre que aspiraba a su tercer Mundial, el segundo como entrenador, sigui贸 el plan marcado, ajeno a las se帽ales de alarma que llegaban de todos los lados.

El seleccionador mantuvo su fe ciega en esa "alquimia de experiencia y juventud" que frente a la Argentina de Messi naufrag贸.

Kound茅 y Demb茅l茅 se vieron superados por la derecha por la veteran铆a de 脕ngel di Mar铆a; Varane y Upamecano no achicaron todo el agua que sal铆a por las grietas; Tchouam茅ni y Rabiot hicieron a toda Francia a帽orar a Kant茅 y Pogba.

Deschamps, con el rostro desencajado, rojo de rabia, dio un volantazo a cinco minutos del descanso para tratar de reactivar a su equipo, que para entonces ya perd铆a 2-0.

Y, esta vez, el arsenal ofensivo no vino en auxilio del equipo hasta el minuto 80, cuando apareci贸 de nuevo Mbapp茅. Los dos primeros disparos de Francia entre los tres palos volv铆an a maquillar un equipo muy gris. Antes, el seleccionador hab铆a rectificado el tiro, aunque solo dos golpes de genio en un minuto cambiaron la fisonom铆a del encuentro.

Recuperada la moral, Francia se aferr贸 al partido. No una, dos veces. Empat贸 para forzar la pr贸rroga y tambi茅n para llevar al partido a los penaltis.

La suerte, esa que dicen que tiene Deschamps pegada a su destino, esta vez le dio la espalda.

El cuento de hadas saltaba por los a铆res atropellado por la realidad. A la Francia que presum铆a de haber alcanzado cuatro de las 煤ltimas siete finales, le aparecieron todos los fantasmas cuando postulaba a la historia.

Asomado a la leyenda, vio un precipicio que maniat贸 a sus jugadores, encogi贸 las piernas e hizo temblar los esp铆ritus. Todas las carencias aparecieron de golpe a la vista del segundo Mundial consecutivo, una gesta que solo dos naciones han logrado en la historia, Italia en los a帽os 30 y Brasil en los 60.

Francia no quiso despertar hasta el 煤ltimo suspiro. Hasta el 煤ltimo tramo del 煤ltimo segundo, del 煤ltimo penalti. El resultado abrir谩 todos los debates. El sue帽o hab铆a durado demasiado. EFE

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