Redacción deportes, 19 dic (EFE).- La selección galesa se marchó sin pena ni gloria del Mundial de Catar, el segundo que disputaba a lo largo de su historia tras alcanzar los cuartos de final en la lejana edición del año 1958 celebrada en tierras suecas.
No afrontó el equipo el evento con las mejores sensaciones, habiendo ganado únicamente en el 2022 los partidos del playoff clasificatorio que le permitieron estar en la cita contra Austria en el mes de marzo (2-1) y contra Ucrania ya en junio (1-0).
Gareth Bale, autor de los tres goles en esos dos enfrentamientos y generalmente inspirado cada vez que se pone la elástica nacional, hizo honor a ese liderazgo anotando de penalti el gol que sirvió para empatar contra Estados Unidos en el estreno.
Sin embargo los dos partidos restantes acabaron en derrota. En el primero de ellos, ante Irán, el cuadro galés tuvo opciones pero la expulsión del guardameta Hennessey les obligó a jugar con uno menos los instantes finales y claudicaron con dos goles de Cheshmi y Rezaeian en el descuento. Así, afrontaron sin apenas opciones de clasificación el último partido ante Inglaterra, en el que perdieron de forma contundente (3-0). EFE
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