La revancha de Di Mar铆a

Santiago Aparicio

Santiago Aparicio

Redacci贸n deportes, 18 dic (EFE).- Fue el reflejo de la felicidad el rostro de 脕ngel Di Mar铆a, entre desencajado, excitado y emocionado cuando pasada la media hora de la final cruz贸 de primeras un bal贸n recibido por Alex Mac Allister para superar por segunda vez a Hugo Lloris. Era el segundo. El gol que ensanchaba la renta argentina y que parec铆a acerca a la albiceleste a su tercera copa.

Hab铆a sido la segunda aparici贸n de El Fideo que poco antes hab铆a forzado un penalti, cometido por Ousmane Dembel茅, transformado por Leo Messi, que rompi贸 el equilibrio de una encuentro dram谩tico, lleno de vaivenes que finalmente se desencall贸 en el lanzamiento de penaltis.

No tuvo que ejecutar Di Mar铆a desde los once metros, sustituido pasada la hora de juego por Marcos Acu帽a. Parte del trabajo estaba hecho para el rosarino que sufri贸 como nadie, desde el banquillo, el infierno emocional de los tiros de penalti. Pens贸 que, otra vez, el 茅xito se le escapaba.

Fue todo una especie de desahogo para el atacante argentino de 34 a帽os. Junto a Leo Messi el 煤nico integrante del plantel de la selecci贸n de Argentina que roz贸 el trofeo hace ocho a帽os, en Maracan谩 y que perdi贸 ante Alemania. El Fideo, lesionado, no estuvo en aquella final. Pero form贸 parte de ese equipo dirigido por Alejandro Sabella.

脕ngel Di Mar铆a fue el invitado inesperado a la fiesta de Lusail. Una lesi贸n, igual que en Brasil 2014, le apart贸 del protagonismo en el once de Lionel Scaloni. Titular en todos los encuentros de la fase de grupos sufri贸 una dolencia muscular en el tercer partido, ante Polonia. Y, hasta este domingo, no volvi贸 a salir de inicio. Baja contra Australia en octavos, reapareci贸 frente a Pa铆ses Bajos y tuvo unos minutos tambi茅n contra Croacia, en la semifinal. Pero su protagonismo hab铆a deca铆do en un bloque asentado, ideal para Scaloni. No ten铆a hueco el jugador del Juventus.

Y en medio de las especulaciones sobre un sistema de cinco defensas o un centrocampista m谩s, de contenci贸n, para paliar la fortaleza de Francia, irrumpi贸 el Fideo. La baza de Scaloni en la final. El que super贸 las expectativas. El hombre que decidi贸 el partido.

Tuvo que abstraerse Di Mar铆a del contratiempo familiar que sufri贸 horas antes del decisivo partido cuando su hija menor, P铆a, tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital en Catar. La ni帽a de cuatro a帽os presentaba un cuadro febril desde hac铆a d铆as y tuvo que ser tratada por los m茅dicos.

Nada resulta f谩cil para el atacante del Juventus que encontr贸 el premio buscado en el momento id贸neo. En un d铆a hist贸rico para su selecci贸n. Para su pa铆s. Intermitente por los contratiempos f铆sicos a lo largo del curso con el conjunto de Tur铆n lleg贸 a tiempo al Mundial 2022.

Era habitual que 脕ngel Di Mar铆a se quedara al margen de los grandes partidos, de momentos clave en la carrera de un deportista por una lesi贸n. Algo amenazaba su mente, atosigaba su cabeza. Y el Fideo ten铆a la desgracia, una y otra vez de quedarse al margen de una final. En busca de soluciones, de explicaciones a su infortunio, a la adversidad, acudi贸 a todo tipo de especialistas. Incluidos psic贸logos. Por si el lastre estaba en la cabeza.

Dio la sensaci贸n de que todo se pon铆a en contra de Di Mar铆a tambi茅n en Doha cuando sufri贸 un desgarro en el isquiotibial derecho. Otro tres que se le marchaba al Fideo. Tal y como ocurri贸 cuatro a帽os atr谩s, en el recto anterior de la misma pierna y que le dej贸 sin participar en el resto del torneo.

Pero Di Mar铆a lleg贸 a tiempo. Entr贸 de forma paulatina en los partidos, en cada estaci贸n en el recorrido argentino hacia la Copa. Cada vez m谩s tiempo. Cada vez m谩s minutos. Hasta la final.

La baza de Scaloni en el partido decisivo fue un golpe de mano. Agit贸 el partido el rosarino, una pesadilla para Jules Kound茅, una soluci贸n tras otra para Argentina que puso el 茅xito de cara para su selecci贸n y encarril贸 un encuentro que se desvi贸 cuando nadie lo esperaba.

Ya no estaba en el campo el Fideo cuando irrumpi贸 Kylian Mbappe para reactivar la final y para llevar la angustia al banquillo albiceleste. El astro franc茅s fren贸 su euforia en solo un minuto, en el tramo final. Y despu茅s la pr贸rroga, y tambi茅n los penaltis donde Argentina rompi贸 su maleficio.

El premio para un tipo marcado por las desgracias pero que siempre rinde. No falla el rosarino del Juventus que ya marc贸 en la final de la Copa Am茅rica para dar el triunfo a su equipo y reconciliar a Messi con los triunfos y la selecci贸n. Tambi茅n en la Final铆ssima, ante Italia. Y ahora en la final.

El hombre de las finales Di Mar铆a que tuvo su recompensa. Arrinconado en el banquillo en el 煤ltimo tramo del partido, con la copa en el aire. La cara tapada en los penaltis. Y los peores momentos que mariposean otra vez alrededor de su mente. Un final angustioso, un logro por llegar. Un cara o cruz, una moneda al aire y un final feliz. Para Argentina y para Di Mar铆a. Su revancha. EFE

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